No es possible evitar Iván González en la escena musical improvisada de Barcelona. Con su trompeta en Robadors 23, Sinestesia y otros lugares; como el conductor del gran proyecto Memoria Uno; un cuarto del Völga (cuyo disco primero está estrenado por MultiKulti); y ahora su disco más reciente, Free Art Three por Discordian. No, no es posible evitarle. Que suerte.

 

1. Cuéntanos sobre alguna experiencia que haya contribuido a que seas músico.
Mi primer contacto con la música fue a la edad de 8 años. En Málaga, de donde soy, hay mucha tradición de bandas de música dedicadas casi exclusivamente a acompañar a Cristos y Virgenes en Semana Santa. Gracias a esto empecé a estudiar música y a tocar la trompa en la banda “Nuestro Jesús Nazareno del paso y La Esperanza” que fue creada en el colegio donde estudiaba, empecé con la trompa pero luego más tarde me cambiaron de instrumento porque faltaban trompetistas, así que no había mas remedio, a mi me daba igual, lo único que quería era tocar. Ahí empecé a relacionarme con la música, en mi familia no había ningún músico.

Durante 10 años esto se convirtió en mi principal hobby, un entretenimiento que me divertía y que complementaba con mis estudios en la escuela y el instituto. Cuando cumplí los 17 años y aún estudiaba 1º de Bachillerato y 2º de grado medio en el conservatorio de música Manuel Carra decidí dejarlo todo y dedicarme a trabajar. Estaba cansado del conservatorio y no estaba motivado. Trabajé en muchos oficios diferentes, en la construcción como peón de ferralla, en un almacén de productos hosteleros como mozo de almacén, en una empresa que se dedicaba a hacer mudanzas y en la que trabajaba mi padre como transportista, y finalmente de camarero, profesión con la que me gané la vida hasta cumplir prácticamente los 26 años. Mientras trabajaba en estos oficios seguía tocando, no mucho, pero si que hacía algunos bolos en orquestas de baile o grupos de Funk y Soul y estas cosas. Tenía muchos amigos músicos que conocí en la banda, en el conservatorio y en algunos grupos, nunca perdí el contacto con la música aún trabajando de otra cosa. Lo que me hizo dedicarme exclusivamente a esto fue quizá la amistad que tuve con un grupo de amigos que estaban estudiando jazz, estaban muy puestos en el tema y me llamó mucho la atención ese tipo de música que nunca había escuchado. No se estudiaba en el conservatorio, centro que llegué a detestar, se practicaba en grupo y lo mejor de todo, se improvisaba. Poco a poco fui estudiando con ellos, comprándome discos, escuchando jazz y asistiendo a los pocos conciertos que había en mi ciudad, con amigos que lo que querían era dedicarse a esto costase lo que costase. Creo que esto hizo que me planteara muchas cosas, si seguir trabajando en otra cosa que no fuera la música, tener dinero y cosas materiales que me gustaban o si realmente lo que quería era experimentar este tipo de música y tal vez, con suerte, ganarme la vida de ello.

Gracias a amigos como Ernesto Aurignac, Enrique Oliver, Daniel Torres o Tete Leal decidí dejarlo todo de nuevo y dedicarme a la música, explicarles todo esto a mi padres y mudarme de Málaga a Barcelona para ponerme en serio a estudiar mi instrumento y vivir esta experiencia. Fue gracias a ellos y a mi familia que decidí dedicarme a esta profesión. Muchas cosas buenas y malas me han pasado desde entonces y todas las experiencias musicales y extramusicales que obtuve hicieron que a día de hoy siga pensando, experimentando, sufriendo y disfrutando este arte. Todo esto en muy resumidas cuentas hizo que esté ahora con ello, y desde entonces para mí la música ha dejador de ser un mero hobby a ser algo imprescindible en mi vida.

2. Cuál fue la primera música que compraste, y la más reciente?
El primer disco que recuerdo haber comprado como tal fue “Catch a fire” de Bob Marley & The Wailers, creo que tenía 15 años. Lo compré en un Carrefour, antiguamente llamado Continente, y me costó 500 pesetas. Flipé en colores con ese disco, eso sí, yo ya tenía un montón de discos y cintas de cassette grabadas de ska, reggae, soul, black metal, hip hop y heavy, pero nada de jazz, eso empecé a consumirlo mucho más tarde, cuando tenía unos 20 años.

El último disco que me compré como tal, es decir, he ido adquiriendo muchos más desde entonces pero por suerte siempre me los han regalado, creo que fueron siete discos. Se los compré a Tom Chant. Entre ellos había un par de la London Improvisers Orchestra, otro de The Gathering for John Stevens, tres del trio que tiene con Eddie Prévost y John Edwards y uno a dúo con Sharif Sehnaqui.

3. Cuál es el balance entre preparación-improvisación en los conciertos o grabaciones?
Creo que la preparación como tal está siempre expuesta en cada concierto y grabación del estilo que sea y si no lo está se nota muchísimo.

Cuando estudiamos el instrumento en casa, ensayamos con los proyectos o componemos alguna pieza ya estamos preparándonos para tocar en directo o grabar.

Referente a lo improvisado (imagino que con la pregunta te refieres a cuánto de preparado o improvisado tiene un concierto o grabación) he de decir que depende de muchos factores pero sobre todo del tipo o estilo de música que se realice. Evidentemente todo está preparado, ya sea individualmente o en grupo, pero lo que creo que es más o menos improvisado es la circunstancia y el momento en el que se hace, es decir, en la improvisación libre. Por ejemplo, hay preparación, por supuesto, como ya he dicho antes, cada músico estudia e investiga con su instrumento en casa o en el estudio, esto ya es preparación, pero lo que no se estudia ni se prepara es el momento de enfrentarse al público y al escenario, tienes que hacerlo YA, no hay nada a lo que cogerse, no se parte de ninguna melodía o estructura, no hay más de una oportunidad y lo que hagas es lo que pasará y quedará, es el instante en el que se hace y eso en este tipo de música no se puede preparar, viene dado del momento. Te pongo un ejemplo más concreto sobre la improvisación: de todas las sesiones, grabaciones y conciertos que he realizado con Memoria Uno ninguna ha sido preparada (entiendo preparado como algo que sabes que va a pasar ya sea porque está ensayado o porque esté escrito o establecido) y esto es básicamente porque no sé que va a sonar ni que va a pasar.

 

Sí que sé como tocan los músicos con los que he trabajado, sé que ellos están preparados para reaccionar a cada gesto que hago pero sinceramente no tengo ni idea de que va a pasar o hacia dónde vamos a ir en el momento en que empiezo a dirigir. Hasta que no doy la primera señal y escuche el resultado sonoro de ésta no sé por donde van a ir los tiros. Para mí esto es Improvisación. Sólo tengo que concentrarme en el sonido que recibo y en la estructura que quiero darle, lo más importante para la improvisación es la escucha de qué pasa “ahora”. Esto no quiere decir que no me haya preocupado o preparado durante horas en casa y con ellos para que el resultado sea cuanto menos satisfactorio para todos. Con esto quiero decir que todo realmente tiene una preparación y todo tiene algo de improvisación, algunas cosas más y otras menos.

4. Quién ha sido la persona con la que has colaborado que más te ha inspirado?
Realmente todas y ninguna. Suelo escuchar mucha música, tanto en directo como grabada, soy un gran consumidor desde pequeño y todo lo que he escuchado ha influenciado en mí muchísimo tanto a la hora de tocar mi instrumento como a la hora de componer. Esto me ha servido para tener referencias, criterio y saber como suena tal o tal cosa, es inevitable y para mí es muy enriquecedor.

Con los músicos que he tocado y toco (he de decir que tengo mucha suerte) la verdad es que todos. Todos me influencia de alguna u otra manera, tanto para bien como para mal. Tengo la gran suerte de que generalmente los bolos y grupos que tengo son con músicos que admiro, músicos muy buenos y de mucha calidad. Creo que esto es importantísimo para crecer y fundamental para mejorar, tocar con gente que tiene más nivel que tú o gente que ha experimentado otros conceptos que tu es la clave para no estancarse y seguir creciendo. También da la casualidad que para mí la mayoría de ellos son mis amigos y los considero familia, aparte de músicos somos personas y hacemos música con personas, para mí esto es lo más importante. Sí que en determinadas épocas me han influenciado y enseñado unos u otros, tanto vivos como muertos, pero no podría destacar a ninguno, así que esta pregunta no tiene un único nombre si no una lista interminable de ellos.

5. Improvisación libre es un género oscuro – cómo encuentras el público para tu música?
Para mí la improvisación libre es algo brillante, nada oscuro y cada vez más pienso que es altamente necesario para cualquier tipo de músico. Con respecto al público y la música que hago me gustaría poner un fragmento de un post en catalán que hace tiempo leí de Ramon Prats, me parece muy acertado y tiene mucho que ver con la situación real que está pasando frente a la poca asistencia de público en los conciertos.

“…Escoltar activament és bàsic per poder gaudir i rebre el que ofereix la música. Sovint sentim el comentari “és que jo no hi entenc”, però aquest no és el problema. El problema rau en no saber escoltar, en tenir prejudicis pensant que no som capaços d’entendre de què va aquella música. Avui en dia, que està tan de moda tot el tema gastronòmic, tothom s’atreveix a degustar els plats més innovadors, perquè està molt clar que el paladar i el gust, qui més qui menys, tothom els té. No obstant això, tothom té respecte pel plat i és conscient que per arribar a cuinar-lo calen molts coneixements, però no per això se sent que no “comprendrà” el que menja.

El que passa amb la cuina, no passa amb la música, que malauradament, la tenim en un lloc que no li pertoca…”

Con este post de Ramon en Facebook, y en base a la pregunta que me haces pienso que la música que hago es totalmente beneficiosa para cualquiera que vaya a escucharla o al menos esa es mi intención, no porque sea mejor ni peor, si no porque es algo que se hace en directo y que está completamente vivo. Simplemente hay que querer estar, sin prejuicios y sin expectativas, dejarse llevar por algo que conoces o no conoces y disfrutar y entrar en el ambiente y el sonido que resulta en cada bolo. Es una experiencia que no se puede explicar ni obtener de otra manera, la única manera de experimentarlo es asistiendo a los conciertos.

6. Dónde te sitúas en el debate streaming/downloading/file-sharing/músicos no siendo pagados por su música?
Sinceramente me da igual. En todos los discos que he participado o producido me he gastado dinero y la mayoría de veces no he recibido ni el importe necesario para suplir gastos. Con esto me vengo a referir a que para mí el sentido de tener un disco editado y en una discográfica no pasa más allá del marketing o la promoción. No vamos a ganar dinero como antiguamente pasaba grabando y editando discos, igual si que obtenemos reconocimiento o visibilidad del trabajo que hacemos pero no me quita el sueño saber que he vendido o no algunos discos ya sea en Spotify, iTunes o Bandcamp y tampoco me desconcierta que ciertas plataformas se beneficien de esto.

Cuando edito un disco lo hago con un fin muy concreto igual que cuando hago una foto de un momento determinado. Para mí los discos son fotos sonoras del momento pero no tienen nada que ver con la realidad y la experiencia vivida en un concierto. De hecho para mí no tiene ningún sentido tener una discografía monumental en casa o un montón de videos de conciertos para escucharlos una y otra vez porque la música es una arte que se hace en directo, la música no está en las partituras ni en los libros, no está en Spotify o YouTube, la música es en directo y está en el lugar donde se realice, nace con un primer sonido y cuando acaba ya deja de estar viva, no son cuadros que se pueden ver una y otra vez, ni libros, ni películas, es lo maravilloso que tiene este arte que se concentra en un tiempo determinado y en un momento determinado, todo lo demás es un simple recuerdo bonito o no tan bonito de lo vivido.

Prefiero que la gente venga a los conciertos a escuchar que está pasando que a vender mil discos o cobrar por derechos de autor y todas estas cosas del presente.

7. Si el dinero y el tiempo no importaran, cuál sería tu próximo proyecto?
Pues básicamente lo que haría es lo que sigo haciendo pero remunerado, algo que es básico para que el montar proyectos no sea una tarea deficitaria y podamos invertir mejor el tiempo en ello. Hago los proyectos que quiero hacer y el dinero no es un gran impedimento para llevarlos a cabo, principalmente el problema reside en los espacios donde poder hacer estos proyectos. No hay sitios para presentar decentemente los trabajos, ni ayudas económicas para que estos en parte estén bien recompensados.

Lo que haría si tuviera dinero es pagar correctamente y como se merecen a los músicos y personas que han participado en todos los proyectos que he realizado, eso como primera acción, pero lo que si haría acto seguido es invertir en otro tipo de proyecto y no es un proyecto musical estrictamente hablando si no un proyecto cultural. Llevo un par de años con la idea de montar un espacio común para que este tipo de proyectos que comentas puedas realizarse y uno de los problemas básicamente es el dinero, encontrar un espacio grande en el centro de la ciudad con características favorables para tal fin y que no acarree problemas a la comunidad es prácticamente imposible si no se tiene un soporte económico importante. Es un proyecto del cual estoy convencido que se hará y pienso que es realmente necesario e imprescindible hoy en dia. Así que si fuera rico y pudiera permitírmelo eso es lo que haría, a parte de financiar a los músicos participantes y facilitar en todo lo posible para que la cultura en este país no sea una cosa al alcance de unos pocos o una rareza que se puede palpar en ciertas fechas del año si no que la cultura musical sea algo accesible, común, habitual y que despierte el interés de las generaciones que nos siguen, éstas son el futuro de la cultura en nuestro país, todo lo que nosotros hacemos ahora servirá para que otros puedan hacerlo más adelante, es una carrera de fondo y no de “fondos”, de nosotros depende.

Title image © Dani Alvarez

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